Entre los pueblos de Camesa y Rebolledo, late el pulso enterrado de una ciudad romana que la arqueología está sacando a la luz. Su vida se vincula con la Legión IV Macedónica tras las Guerras Cántabras (29-19 a.C.). También se relaciona con un castro cántabro y un campamento romano. Pero su historia está aún por escribir.
Recorrido
Casasola. 900 metros. Se atraviesa de inmediato el puente nuevo sobre el río Camesa y se coge la primera pista ganadera a la derecha; esta pista enseguida se abandona a mano derecha, por un camino viejo que baja al río. La ribera se deja subiendo un pequeño roquedal, desde donde veremos el Molino del Lobo y un puente viejo de madera de gran encanto que descansa sobre una fábrica de piedra, de lo que debió ser un paso de camino real. Bajaremos hasta el puente y lo pasaremos. Por un camino viejo y posteriormente por pista ganadera, llegaremos a al Molino de Rabín, situado en le entrada de un nuevo pueblo.
Barriopalacio. 950 metros, 2,6 kilómetros. Se entra levemente a Barriopalacio, y dejando la Ermita del Santucho a mano a derecha, se coge el primer cruce también a la derecha, entre las primeras casas del pueblo. Hasta el pueblo de Camesa se llega por pistas de parcelaria, ignorando diversos desvíos.
Camesa. 1.000 metros, 5,6 kilómetros. Se atraviesa todo el pueblo de Camesa, saliendo de él por la calleja a la iglesia, donde encontramos el Centro Etnográfico de Valdeolea, Casa del Tío Miguel. En la proximidad de la iglesia de San Salvador (interesante retablo del s. XIII), se coge una pista a mano derecha que llega hasta Rebolledo. Todo este tramo ofrece una magnífica panorámica del norte del Ayuntamiento de Aguilar de Campoo.
Rebolledo. 1.000 metro, 6,6 kilómetros. Se toca el pueblo ligeramente por el este y enseguida se hace un tramo de carretera a la izquierda de unos 300 metros, hasta comenzar, a la derecha, la bajada hasta un nuevo núcleo.
Matarrepudio. 950 metros, 8 kilómetros. Se entra por su zona alta y se atraviesa todo el pueblo (interesante arquitectura popular y etnografía) por su calle principal, hasta salir a un camino rural, que enseguida pasa por debajo de las vías de RENFE. Poco después, se coge una pista a la izquierda, atravesando inicialmente la zona de influencia de la cantera de ofitas, seguiremos la ribera del arroyo Henares, entre preciosos pastizales y roqueados (paraje de La Piedra Nariz), hasta el pueblo de El Haya.
El Haya. 920 metros, 11 kilómetros. Se llega al pueblo por el noreste, a la altura de una casona palomar y solariega en ruinas. Continuando por la derecha, se pasa junto a la iglesia de San Andrés, saliendo a amplios campos de pasto que nos llevan a Castrillo.
Castrillo. 920 metros, 13,2 kilómetros. Se entra cerca de la iglesia de San Pedro y se atraviesa el pueblo por la carretera que hace de calle principal. A la salida, después de una gran nave ganadera, se toma una pista a mano izquierda, que nos llevará de nuevo al punto de salida, Casasola.
Casasola. 900 metros, 15 kilómetros. Es imperdonable no visitar su cercano puente, por donde cruzaba el Camesa, la calzada romana unía Pisoraca (Herrera de Pisuerga) con Portus Blendium (Suances). También es interesante acercarse al salceral del Camesa, así como a la colonia de cigüeñas de Reinosilla.
Datos Prácticos
Punto de partida y llegada. A Casasola se llega por carretera desde Reinosa (14 kilómetros) o Mataporquera (5 kilómetros). En ambos casos, por la N-611 o por la Autovía de la Meseta.
Dificultad / Viabilidad. Baja. La ruta no plantea ninguna dificultad.
Viabilidad para bicicletas. Muy alta, salvo el tramo anterior y posterior al puente del Molino del Lobo.
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